domingo, marzo 26, 2006

¡ Woop !

Pues sí, te he abandonado tal como has pensado cuando, al llegar a casa, has visto el relativo desorden que he provocado al llevarme mis cosas. No te preocupes, no falta nada tuyo, ni nada de propiedad compartida que tenga algún valor económico. Me he llevado cuatro libros, algún CD, alguna película y algunas fotos de los álbumes, además de mi disco duro y los preservativos especiales para mi alérgia. No lo esperabas, lo sé. De mi nunca has esperado ninguna iniciativa tomando decisiones importantes. Siempre hemos hecho lo que tú has querido y nunca has pensado que yo solo te seguía la corriente, sin estar de acuerdo, pensando que no valía la pena el esfuerzo de llevarte la contraria, que era mejor callar, aguantar y dedicarme a mis cosas, a mi trabajo y a mis partidas de poker de los viernes con los amigos de siempre, de antes de haberte conocido.
Hace algo más de un mes decidiste que íbamos a dejar de fumar los dos. Sí, tú y yo. Como otras veces un vaivén de tu pensamiento había vuelto a fagocitar mi voluntad y mi deseo. Seguramente meditaste, lo harías por iniciativa propia o inducida por alguna de tus amigas de la oficina, del gimnasio o de internet, otras que probablemente deben convivir también con parejas que conjugan la voz pasiva de la paciencia y la indiferencia. Cuando te dije que lo había de pensar con un poco de calma y que era todo demasiado súbito para mí fue cuando me acotaste solamente la habitación de planchar para que fumara. Ya no podía ni en el salón, ni en mi estudio, ni en el dormitorio, ni siquiera en el baño, sabiendo como sabes que, para mí, un cigarrillo por las mañanas es el equivalente a una dieta cargada de fibra y salvado para esas labores.

Desterrado con la ropa limpia y por doblar para fumar... sin exceso, no fueran a coger olor tus prendas íntimas. No se si te quería. Hacía unos meses que me estaba acostando con una muchacha muy joven, una becaria de ultimo año de carrera que hacía prácticas conmigo en la empresa, se llama Laura, y ahora cuando leas esto ya estaré instalado en su casa, me he ido a vivir con ella.
Todas los acontecimientos, las decisiones son un proceso de maduración pero ocurren en un momento preciso.

El ser más paciente, resiste, calla y sufre en silencio y abnegado a veces de por vida, salvo que un día se aburra de aburrirse y haga un movimiento subliminal.
Por las fiestas cuando fuiste a ver a tu madre yo estaba en la cama con Laura, en nuestra cama. Ella la deja hecha otra vez imitando esa doblez extraña que tu siempre haces con los ángulos de las sábanas. Habíamos hecho el amor durante más de una hora, yo intentaba disimular lo exhausto que estaba. Al final la había rendido y cuando se giró hacía su mesita de noche (la tuya habitual) para coger sus gafas y ponérselas, me dijo…
-¡Woop¡
Me sonrió y metiéndome mano en la entrepierna exhausta me dijo bromeando que no estaba mal para mi edad, pero fue entonces cuando en otro movimiento, mirando yo sus pechos erguidos y poco iluminados, vi que colocaba un cenicero encima de las sábanas entre los dos, encendía dos cigarrillos y me pasaba uno de ellos. Mientras fumaba imaginaba, como si lo viviera, lo que hubiera supuesto la misma escena contigo. Me asusté y al apagar el cigarrillo mirando a Laura le pregunté:
-¿Tú querrías vivir conmigo para siempre?
Me contestó solamente con un “vale”, pero con las vocales muy alargadas y una sonrisa joven e inocente de satisfacción sincera. Supongo que ahora contarás a todas tus amigas, para las que aparentas con todos tus actos, que me he fugado con una menor, o que te maltrataba o que he tenido alguna crisis de menopausia masculina. ¿Por qué no les dices la verdad? Que me fui a por tabaco. El cartón de cigarrillos de los que tu fumabas y que me dijiste que tirara o lo regalara está en la caja de las herramientas, junto a las brocas del taladro, haz con él lo que te parezca, es tu decisión.

sábado, marzo 25, 2006

LA SUBLIMIDAD Y EL MERCADO


No hace mucho ya incluí aquí un texto de Custardoy. Pero no puedo evitar colgar ahora el reciente que ha aparecido en la comunidad de MSN con el título de "La sublimidad...", que para mí es de lo mejor que he leido nunca no solo de entre sus exposiciones sinó entre todo lo que uno encuentra por la red.
Eso que algunos coinciden en llamar "literatura alternativa" tiene en el texto que sigue un inmejorable ejemplo y exponente. Gracias Custar y sigo diciendo que es una lástima que no te animes a publicar en el "exterior".
Habrá más oportunidades, solo depende de ti.


Cuando era adolescente, recuerdo, no solo el mercado al que me enviaba mi familia, sino también a las pequeñas tiendas del barrio, y en aquellas correrías con la bolsa de la compra me pareció entrever alguna vez a uno de los miembros del circulo académico, el orador de la melena y los dientes apretados, de quien ya sabía yo que se llamaba Darío Álvarez Alonso, y que pasaba despacio pero como huido, por calles estrechas con muchas carbonerías. Temí saber la realidad: que Darío Álvarez Alonso también hacia recados.

A mí me daba una vergüenza enorme llevar debajo del brazo una bolsa o capacho y me repugnaba el mercado por dentro, con su exceso de comida, su olor a crimen en las carnicerías y su olor a letrina en las pescaderías, me gustaba el mercado por fuera, eso sí, con su aglomeración de obreros, meretrices, encantadores de serpientes, exploradores apócrifos que habían bajado de las cumbres saludables a comprar una bolsa de caramelos para la tos. Todo aquello me recordaba un poco al mercado persa de Rimsky Korsakoff, que era una cosa que se oía mucho en casa, en los discos de la familia, pues las familias de por entonces se habían quedado musicalmente, en el descriptivismo brillante y superficial del ruso y a mí me gustaba Sherezade y El vuelo del moscardón . Un viaje alrededor del mercado, pues, podía ser como un viaje alrededor del mundo, y también aquel cosmopolitismo me recordaba a mí La vuelta al mundo de un novelista de Vicente Blasco Ibáñez y de quien yo había leído La catedral, Flor de mayo, Luna Benamor y A los pies de Venus, admirando el anticlericalismo encarnizado del primer titulo, el realismo poético del segundo (por ahí me iba viendo yo como escritor), el exotismo del tercero y el erotismo del cuarto, que me había abierto un mundo cosmopolita y perfumado donde los embajadores vivían amancebados con diosas desnudas en las ciudades de la costa azul.

Pero si me llenaban el capacho de repollo y coliflor, había que renunciar a la literatura y a la geografía, a Blasco Ibáñez y a Rimsky Korsakoff, había que volver a casa tirando de la carga y mirando para ningún sitio, por no saludar a las vecindonas irónicas, o al peluquero que estaba en la puerta de la peluquería, arrullando el cáncer que le iba matando y mirándome con odio de canceroso y odio de peluquero, ya que yo persistía en mi melena, entre los héroes adolescentes de los tebeos y los poetas manditos.

Y entre tanto vislumbraba a Darío Álvarez Alonso con su capacho debajo del abrigo por la otra acera. Porque podía soportar mi dolor y mi humillación, a los que ya estaba acostumbrado, pero no podía soportar que uno de mis ídolos literarios se me viniese abajo, porque yo tenía en aquellos poetas y escritores del circulo académico (y en especial a aquél, a Darío Álvarez Alonso), situados en un limbo de luz y versos, de patios y cultura, de claustros tranquilos donde no llegaban los gritos del mercado, ni el metralleo de las maquinas de escribir de las oficinas, y les imaginaba paseando siempre por aquellos claustros, en un sol tranquilo, sin otra ocupación que intercambiarse metáforas de los clásicos y ocurrencias propias. Eso era para mi la literatura. Si Darío Álvarez Alonso también hacía recados, eso suponía que el reino exento de la cultura no estaba en ninguna parte, que la maldición y la humillación de la vida alcanzaban a todo el mundo, que ser escritor, artista, poeta, no servía de nada, cuando yo había creído que aquellos seres eran los únicos que no compartían los dolores, los tediosos líos de familia, la abominación mercantilista y los partos de los otros humanos deleznables.

Muchas cosas se me venían abajo, aunque no dejaba de decirme que, si bien Darío Álvarez Alonso quizá hiciese recados, como yo, con un capacho, él no era, al fin y al cabo, más que un aprendiz de escritor, un aficionado, pero que en algún sitio, quizá en Madrid, en los hondos y dorados cafés, como en Paris, o siempre a la orilla de los mares con diosas, o en las cumbres con montes, como Machado y los poetas castellanos, estaban los escritores, los poetas, viviendo una vida a parte, ociosa e inteligente, que era la vida literaria, sin abuelas enfermas ni deudas en el mercado.

Sentí más vergüenza, pues, por el capacho de Darío Álvarez Alonso que por el mío propio, me dolió más lo suyo, me pareció más injusticia de la naturaleza y de la vida, mayor burla del destino, pues al fin y al cabo yo no era nadie, no era nada, dudaba mucho de pasar algún día, del capacho de la compra o la prensa de la oficina, a los grandes cafés literarios del mundo que era la idealización que yo tenía entonces, pero estaba claro que Darío Álvarez Alonso era un escritor, tenía cabeza, traza y voz de escritor, era lo más escritor que yo había visto en mi generación, o en la siguiente, pues Darío Álvarez Alonso debía llevarme algunos años, y le había imaginado siempre en su casa, por supuesto estaba en un barrio discreto de la ciudad, con un portal revestido de cierta dignidad, preparándose para ser escritor, leyendo y escribiendo en aquellos miradores altos, con sol de la mañana y de la tarde, que eran sus miradores, sin tener que estudiar una carrera de leyes, como mi amigo Julián, y sin tener que hacer recados. Más lo que había en la ciudad eran palomares derruidos, como en El lazarillo, es decir, casas de buena apariencia que por dentro habitaban sombras arruinadas, mendigos de oro.

Ocurre pues, que uno perdona su propio destino, se instala en él, acepta su excepción en la desgracia, su desgracia en la excepción, pero cuesta aceptar la desgracia y la mentira de aquello que habíamos creído una zona exenta e inalcanzable de la vida, el ideal que nos consuela siquiera con su existencia, aunque no tengamos acceso a él. La desesperación empieza cuando comprobamos que no hay ideal, que no hay zócalos de luz donde habiten seres privilegiados, criaturas afortunadas. El hombre es generoso, a pesar de todo, y renuncia a su felicidad y a su vida con tal de que le dejen creer que la felicidad existe en algún sitio y para alguien (en el cielo para los cristianos, en el futuro para los progresistas). Es una forma de salvación individual en la salvación colectiva y venidera de lo humano. Lo que se tarda en aceptar, lo que se acepta solo con la madurez, es que no hay salvación para nadie en ningún sitio, que no hay una franja mágica de vida donde se detiene el tiempo y se es feliz para siempre (la imagen de esa franja suelen dárnosla algunas nubes estiradas del crepúsculo “de un incoloro casi verde”, como decían mis poetas modernistas o posmodernistas, pero es claro que esas nubes desaparecen en seguida, se desvaen, se deslían, se destrenzan, son mera ilusión óptica).

Perdida la infancia, perdida la religión, mi franja de un incoloro casi verde estaba en la literatura, y ese incoloro casi verde aureolaba la frente de Darío Álvarez Alonso, por donde yo había conocido que era un predestinado, un elegido, hasta que descubrí, que también él, como yo, hacía recados. No me habría importado no ser nunca escritor con tal de que se salvase la literatura. Me bastaba por entonces saber que ese mundo sosegado y lleno de imágenes existía, y esto me consolaba hasta resignarme a no acceder a él. Me importaba más la literatura que mí literatura, que eso es ser joven, adolescente, crédulo y puro. Pero la vida, que es impura y, sobre todo, irónica, le hace a uno escritor a costa de cargarse la literatura, le lleva a un reinar en ese reino sólo por revelarle que está tan podrido, sucio, triste, atormentado, y mareado de días como todos los demás. Y, para hacer todo esto más grave, Darío Álvarez Alonso portaba bajo el abrigo un vergonzante capacho muy parecido al mío.

¿Habría conocido Baudelaire la humillación de salir con un capacho, por las calles de Paris lleno de repollo y coliflor? Seguramente sí, aunque esto no lo contaban sus biógrafos, ni lo contaba él, pero como ser sublime sin interrupción entre tanta carnicería y tanta pescadería, como serlo yo, como serlo Darío Álvarez Alonso, como serlo Baudelaire, que lo había escrito sin que yo lo hubiera leído aún, pero teniéndolo ya adivinado como lo tenía.



Custardoy

Ya ni eso...


...Las consultas por disfunción eréctil se han triplicado en España en los últimos años desde la irrupción en el mercado de medicamentos como el Viagra en 1998, que facilitaron "enormemente" problemas contra la impotencia.....
En declaraciones a Europa Press, Cerquella ha indicado que este incremento de consultas también ha propiciado un incremento de la demanda de implantes de prótesis de pene en un momento en que "se creía que los fármacos, "muy eficaces" y "más económicos", generarían un cambio de tendencia de este tipo de intervenciones a la baja.
Se calcula que anualmente, se practican entre 20.000 y 30.000 implantes de prótesis de pene en el mundo. Las cifras en Europa se sitúan en los 15.000.
...(de la prensa de hoy)

¿Será la alimentación? ¿El estrés? ¿Es la culpa del euro?

¿A dónde irán ahora las jovenes suecas a buscar lo que antes encontraban en aquellos españoles bajitos, con camiseta blanca de tirantes, moreno aceitunero de albañil y voz ronca de anis, ducados y carajillos?

Todo se pierde y esto es un nuevo tributo que los españoles ya hemos empezado a pagar desde que decidimos volvernos tan europeos como un belga o un luxemburgués.

¿Soportaremos el fenómeno, consecuencia inevitable de esta ineficacia galopante en la población masculina, de ver, agraviados, como nuestras mujeres empiezan a buscar en otros pagos varones que aún conserven la primitiva resistencia, lozanía y siempre iniesta virtud del otrora macho ibérico ? ¿Seremos como aquellos suecos de entonces que esperaremos que acabe el verano para ver como regresan ellas solo para pasar el crudo invierno en casa?

Mejor no sigo, pero acabo diciendo que no me sorprendería en los próximos días leer por ahí que alguien le echa la culpa al gobierno (por blando).

jueves, marzo 23, 2006

Parece una buena noticia



A mi entender, los objetivos políticos o ideológicos nunca pueden ser reprobables. Ocurre otra cosa muy diferente son los hechos que estos pueden llegar a acarrear, como lo es la violencia, por ejemplo, en el caso que nos ocupa.

A mi me parece absolutamente lícito que alguien piense que es vasco y no español, y que si, con otros, conforma una tendencia social, tengan todo el derecho del mundo a conformar una corriente política. Toda esa obviedad no precisaba ni de un solo átomo de violencia.

Ahora habrá que arreglar el desastre de estos años como se pueda, pero con la voluntad de todas las partes.

Ha sido mucha la sangre derramada, muchas las crueldades. Puede ser muy grande el odio y la impotencia acumulados, pero no hay que olvidar que en la historia reciente, y para llegar también a reconciliaciones, fueron otros muchos los crímenes que prescribieron sin castigos.

A ver si todo esto sirve para algo....

domingo, marzo 19, 2006

Camino...

Tengo preguntas de las que no quiero respuesta, un baúl lleno de recuerdos aparcado en el trastero, tengo imágenes grabadas en mi mente que no quiero perder nunca... Y tengo el convencimiento de que la calma ejerce de somnífero... que dulce ensoñación...

Sin prisa pero sin pausa, a mi ritmo (como debe ser) atravieso volcanes en erupción, desiertos, boscosas montañas, playas paradisíacas... la calma, la agresividad, la ternura, el odio, la envidia, la rabia, el egoismo, la caridad...

Y camino...


Nieve

viernes, marzo 17, 2006

17 de Marzo, San Botellón


Hoy hay convocadas multitud de convocatorias de jovenes en la mayoría de las grandes ciudades.
Los chavales dicen que con los precios que tienen los locales nocturnos, el presupuesto no les da para otra cosa que juntarse en la calle para beber.Los vecinos de las zonas donde se consuman las convocatorias están hasta las narices de las molestias que les comportan. Los ayuntamientos proclaman que hoy van a impedir, por medio de las fuerzas del orden municipales, las concentraciones.
Hay un fenómeno extraño de gregarismo en todo esto. La forma de convocarse (sms e internet), el sentimiento (falso en mi opinión) de rebeldía que parecen experimentar los participantes, que confieren a una borrachera colectiva los atributos de una muestra de rebeldia, todo eso me recuerda que no estar conforme sigue siendo sinónimo de ser joven. El problema empieza cuando una protesta no lleva asociada a un ideal o a una utopía.

Esto que sigue son muestras de lo que se cuece en algún que otro foro de la red.



Se sale!!!!! el 17 la fiesta dl kalimotxo!!!! y ya k somos de Bilbo, lo tendremos k hacer a lo grande batiendo todos los records.(En Bilbo no es hacer botellon, si no k hacer litros, pero bueno, lo damos por bueno)
Esto es de un foro, de los muchos que hay en la red y que debate esta vez sobre el fenomeno del botellón. Hoy hay convocadas multitud de convocatorias de jovenes en la mayoría de las grandes ciudades

NO POR FAVOR, QUE NO SE PERMITA LA JUVENTUD ESTA SIN RUMBO, ESTAN LLAMANDO LA ATENCIÓN DESESPERADAMENTE QUIZAS NI ELLOS MISMOS SABEN EL DAÑO QUE SE ESTAN HACIENDO Y EL QUE HACEN A LOS DEMAS, LOS POLITICOS VAN A SU BOLA Y SOLO LES INTERESA UNA JUVENTUD DESESTABILIZADA PARA QUE CUANDO TENGAN QUE DAR SU OPINION SOLO PUEDAN IR AL NEUROLOGO POR LA FATA SALUD MENTAL, EL ALCOHOL TAMBIEN MATA Y QUEMA EL ALMA.

Estupidos compañeros de generacion:
Ya podria organizarse una protesta asi de multitudinaria por la vivienda digna y asequible, por unos salarios decentes, contra el empleo basura, etc etc etc.


Como me gustaria haber vivido mis 20 años en la decada de los 70, esos si que sabian echarle huevos a las cosas, aun con el riesgo de poderse llevar un tiro de la policia franquista.
No como ahora.

Pues yo lo veo bién. Los joves tienen que protestar de una manera o otra para que les hagan caso. Si para salir a la calle y manifestarse hay que hacer botellones, pues que se hagan botellones. Pero ya que están, que protesten por cosas más serias.

Creo que es mejor hacer botellones que quemar coches...

Este pais es ya una pura vergüenza. No van los politicoso a hacer algo por favor para parar este descerabramiento de la juventud?

Vamos a bajar la tasa de paro; todos colocados.




Barcelona. -- El tanatorio de Sant Gervasi (Barcelona) será el primer centro de estas características en España que ofrecerá la posibilidad de conectarse a internet de forma gratuita en sus instalaciones a través de la cobertura wi-fi.
Este centro, el cuarto de la ciudad y que se inauguró el pasado octubre, incorpora también una pantalla de plasma para proyectar imágenes de la vida del difunto mientras se desarrolle la ceremonia.



Si es que donde menos te lo esperas está un negocio esperandote....Esta noticia da pie a varias derivaciones:
Un producto nuevo en el mercado audiovisual, el "PPS postumo". A partir de ahora, y tal como es menester tener un testamento en orden, se impone también tener una pequeña presentación gráfica lo más elaborada posible para tener un funeral digno.
Los típicos comentarios vacíos que provocaban el preguntarle a alguien qué tal había ido el entierro al que había asistido ahora se convertirán en un elogio o en una crítica (benevola no es para menos) del corto que se proyectará en el acto fúnebre.
Seguramente habrá auténticas obras maestras y no es descartable la proliferación de concursos, exposiciones, o hasta descargas del Emule del material de ese género que valga la pena.
Se podrán también coleccionar los DVD de cada amigo o familiar que haya dejado este mundo hasta formar una pequeña colección con ellos. Así algún aburrido domingo por la tarde, de esos que no hay ni fútbol, una buena idea será llamar a algunos amigos para, todos juntos, ver unos cuantos de esos documentales y así recordar a los ausentes.

Si un día alguien te pregunta como tienes tú de resuelto tal tarea, será una señal inequívoca de que tu aspecto no es todo lo saludable que debiera.

miércoles, marzo 15, 2006

LOS OLORES DE LUZ


Luz nos ha dejado un hermoso retablo de olores y de recuerdos. Sigue así Lucía, por favor.

¡ Con lo que soy yo para los olores ! Parezco un sabueso. Poseo memoria olfativa.

Recuerdo cómo olía en casa de mi tía Guadalupe, en realidad no teníamos parentesco alguno, pero para mí ha sido siempre mi "tita".

Cruzaba la calle cada día pero esperaba siempre ansiosa a que llegara el sábado. Era el día en que yo podía disfrutar viéndo como se acicalaba.

Comenzaba el ritual llevándole a la mesa su tocador, una cajita de madera con una rosa pintada a mano en la tapa, espejo grandote por dentro y cajitas con polvos y maderas de oriente. Ahí empezaba el juego de olores intensos. Los polvitos blancos mezclados con el olor fuerte del carmín rojo y para culminar unas gotas de colonia. Un bote de crital tallado, con una borla de goma rematada con flecos de color dorado....¡ uffffff ! . Ahí entraba yo en acción : "venga estrella mía, aprieta un poquito y perfumame".

Me encantaba darle despacito y ver como se esparcían esas gotitas de perfume...."Si te portas bien te echaré una poquita después a tí" ...

Me portaba a las mil maravillas.Algunos veces preparaba magdalenas y era un gustazo remover con aquella cuchara de madera tan larga la masa amarillenta en un lebrillo.Las preparabamos en el patio, allí había más espacio. ¡ Eso si que eran fragancias ! . El olor a magdalenas recién hechas mezclándose con los jazmines y los rosales del patio, impregnándose con el enebro y el sándalo de los pontingues y la colonia de mi tía.

Llegaba a mi casa con un "tufo" ,como decía mi madre, a colonia añeja que tiraba de culo , pero a mí me parecía el perfume mejor del mundo.

En mi pituitaria también reside el recuerdo de un olor desagradable...es un olor a muerte,pero no quiero describirlo


domingo, marzo 12, 2006

sábado, marzo 11, 2006

LA PARTE GRAFICA

Las fotografías, dibujos, composiciones y otras manifestaciones del grafismo siempre dan que hablar dentro de aquellas cosas que compartimos en la red.

Tengo algunos amigos que dicen que no quieren ver su imagen jamás en ningún lugar, otros que aceptan pero con reparos salir en depende qué contexto y algunos -los menos- que les da lo mismo.

Habrá que convivir con ello, ser prudente y, sobre todas las cosas, no soliviantar a nadie. Porque eso si, soliviantables de gatillo fácil, de esos si que está el mundo lleno.

A mi me da igual que pongan mi imagen como y en donde quieran. Me gustaría ser más guapo, un efebo que despertara admiración y pasiones estéticas. Pero está claro que no se puede tener todo en la vida. Supongo que debo tener otro tipo de cualidades. Eso creo, porque mis dos abuelas, lamentablemente, fallecieron hace tiempo.
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CASI PRIMAVERA



No quedan ya demasiados días para la llegada de la primavera.

Noche de viento en el Alt Penedès y esta mañana las antenas de televisión compartían las aceras con trozos de tejados, algún que otro tiesto de terraza y sobre todo muchos papeles.

Marzo ventoso...
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lunes, marzo 06, 2006

EL ANIMO DE LA NIEBLA

Desde la comarca de La Segarra, Jepet deja esta huella con unas rimas. Se le percibe cercano a la tierra...


El animo de la niebla, que se acerca a la montaña
vive en las gotas de humedad que dulcemente le deja,
pero no es solo la montaña quien lo siente.
El animo de la montaña, que pone paredes en el camino de la niebla
vive en el aire, que con ternura, como en una cuna la mece,
pero no es solo la niebla quien lo siente.

Gotas de humedad y aire, se bastan en si mismas
para hacer sentir a la montaña y a la niebla,
aunque no se acerquen dulcemente a la montaña
aunque que no se mezan tiernamente en la niebla.

Solo es necesario que montaña y niebla se miren a lo lejos
y piensen el uno en el otro, para que humedad y aire
corran juntos a encontrarse en la niebla y en la montaña.



L’ànim de la boira, que s’arramba a la muntanya
viu en les gotes d’humitat que dolçament i deixa
però no és la muntanya només qui en gaudeix
L’ànim de la muntanya, que posa parets al camí de la boira
viu en l’aire, que amb tendresa, com en un bressol la gronxa,
però no és la boira només qui en gaudeix.

Gotes de humitat i aire, en tenen prou en si mateixes
per fer gaudir la muntanya i la boira,
encara que no s’arrambin dolçament a la muntanya
encara que no es gronxin tendrament amb la boira.

Només cal que muntanya i boira és mirin de lluny
i pensin l’un amb l’altre, perquè la humitat i l’aire
corrin junts a trobar-se a la boira i a la muntanya
.

FRUSTRACION


Disociación, la "al.lota" de Ses Illes, Mati, nos dejó esta seria reflexión

Supongo q la angustia de la frustración nos acompaña a muchos en algunas ocasiones y supongo q el pesimismo y la humedad la potencian.

Hay dias en q uno se rompe por dentro y simultaneamente se averguenza de sus lamentos y de su cobardía , ahí supongo q es cuando la angustía se magnifica ,y uno se paraliza ante el terror y la verguenza de saberse sumiso .
Debe de haber personajes q suben desde el sótano, desde lo más profundo de la persona para protagonizar la función y realizar así su afán ,unos lloran desconsolados ,otros gritan estremecidos ,otros buscan desesperados ...afloran y algunas veces se integran y dejan de atormentar y dejan su gran afán y se elevan potenciando el conocimiento y el desarrollo .

Mati.

sábado, marzo 04, 2006

EL SENTIDO DEL HUMOR DE CUSTARDOY

Una vez en nuestra comunidad de MSN hicimos un debate sobre el sentido del humor. Le tocó moderar a Custardoy para muchos nuestro mejor escritor.
Escribe mucho mejor que modera, esta es una de las muchas pruebas que se podrían aportar para apoyar tal afirmación...



¿Qué es el sentido del humor? Yo no tengo ni idea pero tiene muchas definiciones. La que a mi me gusta es: el modo diferente de ver la realidad, que determina un modo de sentir y actuar, o como decía Mingote: “El humor es darse cuenta de que todo es relativo”. ¿Se puede ver las cosas más serias con humor? Dicen que Tomas Moro era conducido al patíbulo para su ejecución y que al llegar a las escaleras dijo al verdugo: “Ayúdame a subir, hijo, que para bajar ya me arreglo solo!”. Es posible aprender a ver la vida y los más pequeños acontecimientos que nos enfadan con humor, Albert Boadella dice que no es muy buen conductor y a veces mete la pata. Si alguien le chilla se pone una nariz de payaso que siempre lleva en el bolsillo. En una ocasión un compañero mío estaba echando maldiciones a una mujer que iba conduciendo fatal delante de él. Pararon uno al lado de otro en un semáforo. Él la increpaba con gestos. La dama en cuestión, giró la cabeza hacia él y, suave y dulcemente, le lanzó un beso. El quedó totalmente desconcertado. Reírse de uno mismo, que difícil es encontrar personas que se ríen de sí mismas, Si yo voy de perfecto, superior a los demás, inteligente y chulo, que en ocasiones es un modo de tratar de disimular un complejo de inferioridad, si el único punto de vista aceptable es el mío, si siempre tengo razón, si yo tengo mis principios y no cambio jamás, voy a tener difícil reírme de mis fallos o meteduras de pata que todos tenemos.

Además, si te presto 20 euros y no me atrevo a pedírtelos porque me da corte, aunque sí me gustaría hacerlo; si me pregunta el médico que si soy pensionista, o me ofendo porque alguien me describe para reconocerme como un señor viejo y con barba, si me llaman gordo o feo y eso me hiere, aunque sea verdad, entonces me va a resultar difícil reírme de mí mismo, porque mi autoestima y mi asertividad son muy bajitas. Como decía Gila: “Es que a mí mi mujer me manda a freír espárragos, y yo voy... y los frío”. Para reírse de uno mismo hay que conocerse mucho, es conveniente primero sentar bien las bases. Las ideas sobre mí mismo, me producen sentimientos, que me llevan a actos. Si aprendo, mediante actuaciones concretas a afirmar mi personalidad, a exigir mis derechos, a expresar mi desagrado, (mira: esto es lo que pienso, lo que siento y lo que voy a hacer) mi crítica, mi opinión contraria, mis sentimientos positivos o negativos, me encontraré con que me gusto más a mí mismo y también a los demás.

Cuando dejo portarme de modo que los derechos de los demás pasen por encima de los míos, y acepto que "no puedo agradar a todo el mundo siempre", me encontraré mejor dentro de mi piel, actuaré de un modo más satisfactorio, sentiré más intensamente alegrías y penas. Cuando tengo claro el amor incondicional a mí mismo y mi capacidad de pedir mis derechos, entonces es el momento de reírme de mí mismo y de lo que me sucede, de aceptar mis imperfecciones, mis “grietas”, de sufrirlas, de disfrutar de ellas. Si alguien se ríe de mí, no me importará porque yo me he reído primero. Con una fuerte autoestima podré , sin problemas, jugar a perder, porque como decía El Roto en el último número de El Independiente: “Tranquilos muchachos, los derrotados somos invencibles”. Entonces podré hablarme de este modo: Las personas que tienen claro todo esto pueden reírse de sí mismas.”La vida tiene tres etapas: juventud, madurez y ¡qué buen aspecto tienes!”, o “Los espejos ya no son lo que eran” (Spellman). “Yo he nacido para cantar, no para lucir bañadores” (Mª del Monte). Una compañera de trabajo había tenido una niña y ganado bastante peso. Estaba a dieta y comentaba entre nosotros que era duro, pero eficaz. Un día se le acercó una niña rubita, de ojos azules y mirada angelical: “oye, ¿sabes una cosa? Tienes el culo tres veces más grande que el de mí madre”. El sentido del humor funciona cuando yo utilizo el pensamiento divergente, el lado derecho del cerebro donde reside la creatividad, la fantasía, el absurdo, el lado más loco y divertido, (Inventos deseables, pedían en un programa de radio: un perro sin culo, para evitar cacas; un mando a distancia para cambiar la cara de cabreo del marido; un microondas que enfríe...) y sobre todo el sentido crítico, que nos defiende de la “verdad”, que todo voceras de turno o intolerante de cualquier espectro pretende que nos traguemos. “Pienso luego estorbo” (Forges). Por eso el humor es lo que más teme el poder. Cuando me miro a mi mismo puedo darme cuenta de que el papel que desempeño en la vida, mi rol, quizá está condicionando mi modo de ser, está construyendo una armadura que me tiene atado, una “deformación profesional”. Si tengo que ser respetado y responsable en mi trabajo he de hacerlo con seriedad, no con risas. Pero esa seriedad, en muchas ocasiones necesaria, no puede enterrar mi yo divertido, la posibilidad de pasarlo bien. “ Que el maquillaje no apague tu risa” (J. Sabina). Un modo de crear un ambiente agradable, unas relaciones cordiales en el trabajo es contar, compartir lo divertido que tiene la vida y muchas veces lo duro, pero desde esa perspectiva humorística. Alguien que conozco tiene un modo excelente de contar lo desagradable. Empieza diciendo: “Mira que cosa más graciosa me ha dicho este imbécil”. Cuando tenemos un encuentro desagradable y alguien nos insulta, una alternativa no lógica es distanciarse, no darse por ofendidos y tener muy claro que: “Esa es tu opinión”. Entonces nadie me ofenderá, pues no le daré permiso para ello, ni para enfadarme, diga lo que diga. En un artículo de Joaquín Vidal , “Caballa”, comenta los beneficios de este pescado para la hipertensión porque purifica las arterias, entre otras cosas. “Hay una hipertensión inmune a las dietas: cuando el destino te asigna un imbécil que te pone de los nervios, eso no tiene solución. Salvo que le pegues un caballazo y lo tumbes patas arriba. Un caballazo a tiempo relaja mucho; lo que más”. El humor nos ayuda a que no nos pongan de los nervios, que no tengamos que ir dando “caballazos” o “estrangulando criaturas”, que es lo que más relajados nos dejaría. Aunque esto exige una mayor profundización, si señalo brevemente una idea con aplicaciones extraordinarias: yo no puedo enfadarme y reír al mismo tiempo, simplemente porque mi cerebro no puede funcionar así. Me he informado y he sabido que cuando yo me río, el cerebro segrega unas hormonas, catecolaminas que producen endorfinas, unos opiáceos naturales que me relajan y me hacen sentir bien. Cuando me enfado, en mi flujo sanguíneo se vierten adrenalina y cortisol, las mismas que en caso de peligro me permiten atacar o huir y me ponen en estado de máxima tensión. Como en un coche no puedo meter la primera marcha y la marcha atrás a la vez, en la máquina de mi cerebro tampoco puedo enfadarme y reír. El cerebro no puede actuar según dos órdenes opuestas. De ahí una de las aplicaciones de la risa. Si logro reírme antes, no me enfadaré. Si cuando tengo al imbécil o al chulo delante, logro imaginármelo con una gallina en la cabeza, con los pantalones bajados haciendo alarde de su aerofagía, haciendo pelotillas de moco y jugando con ellas, o las tres cosas a la vez y me río aunque sea interiormente, lo que diga o haga no me afectará. La vida: “La madre naturaleza es una lagartona. Si algo puede salir mal, saldrá; y en el peor momento posible” (Ley de Murphy) Si trabajo y persigo mis objetivos, pero tomo además esta ley como punto de referencia, cuando vengan las desgracias puedo encajarlas con un “Puede ser peor aún”. Por el contrario, si pienso que mi vida sólo puede ser feliz si soy amado por todos, si soy competente y consigo éxito en todas las tareas que emprendo, si las cosas salen como yo quiero, me predispongo a tener disgustos y frustraciones. En esta línea mis pensamientos son los que me hacen feliz o desgraciado, no mis circunstancias. Yo siempre voy a ser libre, de utilizar el pensamiento positivo, el optimismo – hay investigaciones recientes que muestran como los optimistas y los que ríen más, enferman menos, se curan antes y son más longevos- o el pesimismo. Podemos practicar el “arte de amargarnos la vida” viendo lo negativo continuamente o no.

De nosotros depende. “La vida es una tragedia si se la contempla en primer plano, pero una comedia, vista de lejos” (Chaplin) tomemos distancia para ver esa comedia, distanciémonos pues... Hablando de distancias... Si habéis llegado hasta aquí sin reíros es buena señal, es señal de que me habéis leído. "Desde que cogí tu libro hasta que lo dejé, no pude parar de reír. Algún día ya intentaré leérmelo." (Groucho Marx)

Un saludo.

Custardoy

jueves, marzo 02, 2006

¡ Puag !


-(¡Puag! Este café tiene la leche agria.)

Miro al cliente que está a mi izquierda en la barra; le han servido antes que a mi y no parece haber notado nada. ¡igual era un café sólo!

- Perdona, me podrías cambiar este cortado. Creo que la leche no esta buena.

- ¡uy, que raro!, llevo un rato con el cartón y nadie ha dicho nada. ¿el tuyo como está?

- Pués si que debe estar cortada. Algo raro le estaba notando . . .

- (¡Anda, no era un café sólo. Que tio más duro!)

- Si, a los nuestros también les pasa.

Me doy la vuelta para ver a tres mujeres con sus tazas en la mano. Recuerdo haberlas visto al entrar, hablando animadamente y dando vueltas a sus cafés con leche en acompasado concierto. (¿y qué más las dará? si lo que querrían era una horita de cháchara y comerse el bombón con cara de arrepentimiento).

No tengo arreglo; ¡a la que me descuido monto un piquete!

¡Jodida vaca! Menos mal que la última movida del barrio me pilló trabajando.
La camarera ha resuelto sus dudas y está preparando nuevos cafés; abre un nuevo cartón de leche.

- Nunca me había pasado. Es de la "Lechera Asturiana". Espero que esta esté bien.
- Todas las vacas no van a tener tan mala leche.

No consigo interpretar la sonrisa que me dedica. Mejor me quedo callado.

La tres amigas han vuelto a sentarse; cuchichean: ". . . yo me había dado cuenta, pero me daba corte decir nada", y las otras dos asienten entre risas. El otro individuo dice algo y me rio discretamente; no lo he entendido pero por su expresión creo que era alguna "gracia".

Salgo del local pensando en lo tontos que podemos llegar a ser con tanto "por no molestar". Me vienea la mente "Emilio o la educación" aunque no se que tendrá que ver con todo esto.


Viccil

miércoles, marzo 01, 2006


"Además el ex-guardaespaldas afirma que “Ana Obregón durmió con Beckham en dos ocasiones”, y nos cuenta que él fue testigo de esos encuentros que tuvieron lugar en la suite del jugador del Real Madrid. Pero eso no es todo, según el guardaespaldas, Anita tenía que salir del hotel a escondidas, “de madrugada lo preparábamos todo para sacarla de manera que el personal del hotel no se diera cuenta”.
Al final va a resultar que Victoria si tenía motivos para hablar perlitas de la Obregón, “la Barbie geriátrica” se había estado acostando con su maridito. ¿Anita qué les das?..."


De la prensa diaria


El otro día llovía y yo no llevaba paraguas (nunca llevo) al entrar a comprar el periódico en una librería, en lugar de saludar al señor árabe que habla mejor catalán que no castellano y marcharme, me quedé un ratito a ver si paraba de llover un poco. Me entretuve viendo las portadas de las revistas "femeninas" (el adjetivo está puesto con toda la ironía posible) y lo primero que me sorprendió era el precio. Un euro valían solamente. Algunas un poco más caras regalaban "gadgets" como paraguas, gorritos, muestras de especias, tubitos de vaselina aromatizada o polvitos de purpurina para decorar pezones.

Por tan nimio capital ofrecían artículos, reportajes u hondos estudios con temas tan insondables como las relaciones de pareja sostenibles a pesar de la diferencia de edades, probabilidades de vida inteligente en otras galaxias, variedades invernales del gazpacho, redecoración de comedores modelo Cuéntame o los orgasmos en mascotas de terraza urbana, pero lo de David y Ana realmente fue lo que llegó hasta la misma esencia de mi alma.

¿Qué les das Ana? Eso preguntaba el cronista y yo también lo hago, y pienso que quizá la Obregón ahora ha tomado el relevo de ser el estandarte de la tía buena española y lo ha hecho a costa de otras que ya, por edad, no pueden ostentar tal privilegio.

Ana es “tiarrona”, con una edad pero sigue estando buena para llevarse una retahíla de piropos de albañil paseando por Madrid.

-Morenazaaaaaaa, que con tanta curva necesitas se-ña-li-za-ción ¡¡¡¡¡¡

o bién,

-Nena, que tienes dos ojos como dos sartenes, cuando te miro se me fríen los…….

Propósitos así se debe llevar nuestra mujer bandera, que ya es una mujer como debe de ser, hecha y derecha, con todas las cosas bien puestas, derrochante de simpatía y sonrisas y además con carrera de ciencias.

Bechkam el galáctico icono de la decadente y pérfida Albión reconvertido en merengue, ha dejado de lado a la repija de su mujer que odia España porque huele a ajo para, en clara manifestación de sufrir el síndrome de Estocolmo, abrazar la lujuria clandestina en el catre de la hembra más representativa de los valores ibéricos, la más jamona de todas, la que cuando besa, besa de verdad.
Luego dirán que España va mal desde que mandan los socialistas. Para que veáis.