sábado, febrero 25, 2006

CARREFOUR ! Cuanto cabrón ¡



La imagen que pretende vender el Carrefour es lo mismo que lo de los peces de colores. Quieren deslumbrarnos conjugando ofertas, higiene, caras de felicidad, bellos uniformes corporativos y hasta bondad con los trabajadores que quieren presentarnos más como risueños colaboradores de la marca que como asalariados.

Cuando contrata Carrefour vende al candidato una política de promoción interna, una sensibilidad especial con las mujeres que emplea, unos horarios compatibles con una vida privada normal y un buen ambiente. Luego todo es una mentira.

Carrefour
evita que los contratos temporales se puedan prolongar hasta convertirse en fijos hasta obsesionarse. Practica el ciclo de formación constante que tiene como final el despido. Te forman, tú luego formas a otro y así sucesivamente, todo ello sin variación salarial y el último paso será siempre el despido. Les dará igual que hayas sido un modelo de dedicación, que hayas puesto todo tu empeño o que tus resultados hayan sido los mejores. Un empleado es un ciclo con principio y con final anunciado para evitar que un trabajador tenga jamás ningún tipo de derecho laboral.

Si trabajas en Carrefour vas a tener siempre una espada de Damocles en forma de contrato temporal. No vas a poder ponerte enfermo. Pobre de ti que necesites de una intervención quirúrgica que te aparte unas semanas del trabajo o de un caso similar. No tienes derecho, eres precario y estás sobre aviso permanente. Tener una gripe no es estar enfermo, la fiebre no es temperatura, es culpa y es un agravio que estarás cometiendo por estar de baja y asumirás que eres un candidato al desempleo.


En mi opinión la legislación es un fraude, se aplica de manera fraudulenta u ocurren ambas cosas. ¿Cómo puede una empresa mantener a la mayor parte de su plantilla acogida a contratos temporales cuya justificación es el tener una punta de trabajo fuera de lo normal?


Unos tienen contrato de unos meses por el lanzamiento de una nueva tarjeta de pago, otros por que es Navidad, otros porque es Pascua, otros por las vacaciones de verano. ¿Quién forma parte del cuerpo normal de esos centros comerciales? Nadie, o los pocos que han heredado de cuando la cadena compró en origen cada unode ellos y de los que no saben como deshacerse.

Mientras tanto Carrefour nos sigue demostrando que puede hacer lo que quiera con quien emplea. Puede hacer que la gente acabe su jornada diaria cerca de las once de la noche, que cumplan con diez o más horas seguidas en sábados o víspera. Les puede dar sus días de vacaciones cuando más les place sin ni siquiera avisar o consultar. Pueden abrir cuatro festivos seguidos incluyendo domingos y dejar a la gente sin un solo día de descanso durante casi un mes y aún para putear un poco más irlo conjugando con inventarios nocturnos.Si son tan sumamente cabrones, por lo menos que se sepa y que no nos cuenten más cuentos de hadas, que ya somos mayores y todo lo que se hablaba en la Carta al director sobre ese caso en su centro en Olérdola, en la provincia de Barcelona es solo un ejemplo.


Doña Almudena, madrileña y preboste del centro, !allez a la mèrde...¡

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