domingo, abril 30, 2006

EL BALUARTE


Tarde en Sitges y he visto colas de gente hambrienta, ya entrada la tarde esperando su turno para una mariscada o, al menos, una triste paella con la que matar el gusanillo. Como ocurría en Rusia en la época de los Soviets aqui ahora a esto nos han llevado los socialistas.

Pueden ir mal las cosas, es cierto, pero cuando ya ves los rostros del hambre que con paciencia aguardan un turno en las aceras desafiando un sol de plomo esperando poder comer, no puedes evitar pensar que Zapatero y aquí el tripartito (que encima de rojos son separatistas) nos han llevado a tocar fondo.

Quería ilustrarlo graficamente, pero he preferido elegir para ello el nombre rescatado de una pequeña plaza, cerca de la parte amurallada del pueblo. Seguramente no se ha dado cuenta casi nadie, y no tiene nombre ni de calle ni de plaza, sino de baluarte, quizá de simbolismo oculto de esperanza popular de una salvación a partir del ronco personaje objeto de la dedicatoria.


A veces echo de menos los ejercicios de ironia que antes eran más frecuentes en mi. Igual es que me hago mayor.


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